Una buena salsa puede transformar un plato, para ello solo debes realzarlo con sabores contrastantes o complementarios, o añadirle colores y texturas que enriquezcan la experiencia sensorial. Las salsas emulsionadas pueden ser frías, calientes, saladas, dulces, homogéneas o con textura. Prepara sin problemas salsas a veces difíciles y delicadas con tu Thermomix®.
Una emulsión es el resultado de la combinación de dos o más ingredientes que no se mezclan fácilmente (por lo que suelen “cortarse”). La mezcla suele incluir huevo como agente emulsionante.
Vinagreta: es todo lo que necesitas para aliñar una ensalada. Crea tus propios aderezos partiendo de la receta de Aliño con vinagre balsámico como guía. Prueba con distintos vinagres y aceites, añade tus especias y sabores preferidos. También puedes usar la vinagreta para marinar carnes y pescados.
Mayonesa: la salsa emulsionada por excelencia, que se prepara con yema de huevo. Como alternativa, puedes probar la mayonesa sin huevo o lactonesa preparada con leche o la mayonesa vegana. Añádele hierbas aromáticas para probar algo nuevo o ajo para hacer un delicioso alioli.
Para preparar una vinagreta, basta con emulsionar todos los ingredientes al mismo tiempo. En el caso de la mayonesa, vierte el aceite muy lentamente a través de la tapa del vaso, en forma de chorrito para que caiga sobre las cuchillas en movimiento y la mezcla se emulsione.
Sabayón o “zabaglione”: es la espuma de yema de huevo más famosa. Suele ser dulce y se prepara con azúcar, vino (normalmente marsala) y yemas de huevo. Se puede servir sola, acompañada de galletitas ("biscotti"), o como salsa dulce sobre fruta fresca o un trozo de tarta. Prueba la sabayon clásica o la sabayón de sidra para acompañar unas ricas manzanas al vapor.
Salsa holandesa: esta salsa clásica, elaborada con zumo de limón, yema de huevo y mantequilla, suele servirse con pescado, huevos escalfados o espárragos al vapor. Añádele una pizca de pimienta de cayena o hierbas frescas para realzar tus platos. Si sustituyes el zumo de limón por el de una naranja sanguina, obtendrás salsa maltesa.
Salsa bearnesa: hecha con chalotas, estragón, vino blanco, yema de huevo y mantequilla, es la salsa perfecta para acompañar un bistec de ternera a la parrilla.
Cuando prepares salsas con antelación, guárdalas cubiertas con film transparente directamente en contacto con la superficie de la salsa y evitarás la formación de una película.