Prepara mermelada en casa con Thermomix®, y date un capricho o sorprende a tus familiares y amigos con un regalo hecho por ti. Una deliciosa mermelada casera no puede compararse con una comprada en el supermercado.
Para preparar tu propia mermelada, solo necesitas fruta, zumo de limón y azúcar. El sabor lo eliges tú: puedes sacar partido de los fascinantes frutos rojos cuando estén de temporada con nuestra mermelada de fresas clásica o, si te atreves a probar algo más original, combina frutas y prepara una Mermelada de piña y lima. Son un acompañamiento ideal para las tostadas con mantequilla.
Mejor con productos frescos
La fruta fresca y ligeramente verde es la más idónea para hacer conservas. Si está excesivamente madura, pierde mucha de su acidez, un aspecto esencial para lograr que espese correctamente.
Ojo con la pectina
La pectina es una sustancia presente de forma natural en algunas frutas, como las grosellas, la manzana, las cerezas y los arándanos. Al añadir azúcar cuando calientas la fruta, ésta ayuda a espesar la mermelada. Si utilizas frutas con bajos niveles de esta sustancia, como las peras, es posible que debas añadir más a la mezcla.
¿Qué tipo de azúcar utilizar?
Hay opiniones para todos los gustos, pero la fruta que escojas tiene mucho que ver. Algunos azúcares contienen pectina y otros no. Intenta lograr el equilibrio de la pectina con la fruta y el azúcar para garantizar que la mermelada tenga una textura untuosa perfecta.
• Azúcar para mermelada (con pectina): contiene cristales más largos, que confieren una consistencia más nítida. La desventaja es que puede ser más cara que el azúcar granulada convencional.
• Azúcar conservante: si vas a utilizar frutas con altos niveles de pectina, te aconsejamos decantarte por esta, que se disuelve lentamente al cocinarla y ayuda a la mermelada a espesar.
• Azúcar granulada: es más aconsejable con frutas con altos niveles de pectina, como cerezas, fresas y uvas. Tiene un precio más asequible, pero la mermelada puede adquirir una consistencia más líquida.
• Azúcar glas: sus gránulos son más pequeños, así que se disuelven más rápidamente y pueden provocar que la mermelada se queme. Es perfectamente válida para preparar mermeladas y confituras, pero el producto final puede quedar turbio.
• Sin azúcar (ni cargo de conciencia): lo mejor de la comida casera, es que tú decides qué ingredientes utilizas. Si prefieres una mermelada sin azúcar, opta por zumo de fruta o edulcorantes.
Utiliza siempre tarros esterilizados
Cuida el aspecto final de tus deliciosas mermeladas y confituras guardándolas en recipientes de cristal limpios y relucientes. Así, además, se mantendrán en buen estado durante más tiempo. Cuando los esterilices, puedes decorarlos con lazos, una bonita cubierta de tela para la tapa o etiquetas personalizadas.